Recordaron al penalista Omar Venier con un homenaje

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Su familia y colegas participaron de una despedida en el Colegio de Abogados y Procuradores de Mendoza donde se lo recordó a través de anécdotas y semblanzas. Sus hijas recibieron una placa que le reconoce su calidad profesional.

La comisión de Derecho Penal del Colegio organizó un encuentro para despedir y homenajear a su colega fallecido este año. Fue una despedida cargada de recuerdos y anécdotas de su vida profesional y la relación con sus amigos y familiares.

Omar Venier fue un reconocido abogado; referente del Derecho Penal y Procesal Penal y se destacó en el libre ejercicio de la profesión en Mendoza.  Sus colegas, amigos y familiares lo recordaron y le rindieron homenaje. Sus hijas recibieron una placa que lo reconoce en su calidad profesional de manos del presidente de la Comisión de Derecho Penal, Fernando Luquez.

El comienzo del encuentro estuvo marcado por la emoción de los asistentes que compartieron lazos de amistad o compañerismo con el penalista. El primero en recordarlo fue el penalista que también es miembro del directorio del Colegio, Ramiro Villalba; quien se refirió a sus condiciones profesionales pero destacó especialmente sus valores como persona; su generosidad con los colegas, amigos y clientes y su profundo conocimiento del Derecho Penal.

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“Pero la idea es que hoy sean ustedes quienes puedan expresarse si quieren”, resaltó Villalba. Y así fue como, tímidamente al principio, pero con firmeza y convicción varios de sus amigos y familiares contaron alguna anécdota o recordaron su accionar en los tribunales o en una faceta más informal.

Pero antes de eso, fue el turno del actual presidente de la comisión de Derecho Penal, Fernando Luquez, quien lo recordó como un colega muy querido y señaló que en lo profesional fue “un defensor como pocas veces se ha visto”. Lo caracterizó como audaz, inteligente y sabio y “con un coraje digno de ponerse de pie y aplaudirlo”.  El penalista recordó algunos consejos recibidos cuando dio sus primeros pasos en la profesión y no dudó en describirlo como “un amigo de esos que siempre estaba de turno a la hora de ayudar a un colega”.  Su solidaridad con los colegas, dijo Luquez, fue uno de los legados que dejó, al igual que dos grandes defensoras que son sus hijas. “Hasta siempre al mejor entre nosotros”, finalizó parafraseando el título de una columna de opinión de Carlos Varela Álvarez sobre Venier.

A continuación uno de sus colegas, Eduardo de Oro, relató un asado en el Colegio y recordó que Venier transmitía su humanidad y que fue un ejemplo de lo que es sentir en el otro un compañero generoso y solidario.

Por su parte su hermano, actual ministro de Seguridad de Mendoza, Gianni Venier, compartió anécdotas familiares de su niñez; confesó que extraña tomar café con él y lo describió profesionalmente como un cultor de la abogacía como una profesión “que lo da todo” por su cliente.  “Fue un grande y eso está demostrado por la presencia de todos ustedes”, cerró

Más adelante lo sucedió un oficial retirado del servicio penitenciario que destacó su calidad humana y explicó que lo vio siempre colaborando para levantar la autoestima de sus clientes.

Entre los asistentes también estaba el ex intendente de Guaymallén y legislador nacional Alejandro Abraham que hizo memoria sobre la época en la que estudiaban juntos en la Facultad y resaltó dos de sus características destacadas; su solidaridad: “era una escuela viviente y le abría las puertas a todos” y su simpatía. “Era de esos tipos que te daban alegría”. Siempre tenía una solución, era amable y estaba muy orgulloso de su familia, señaló.

Otro de sus colegas en la especialidad, Daniel Sosa Arditi lo recordó como “el referente del ejercicio del Derecho Penal en Mendoza” y subrayó su inteligencia y su velocidad como los razgos más relevantes de su personalidad. “Nunca tuvo miedo de que algún colega pudiese hacerle sombra porque era enorme”, concluyó.

Antes de la entrega de la placa, su hija mayor expresó que todos hablaron de su padre y ella se dirigió a su papá y le agradeció todas sus enseñanzas. “Haberte tenido como padre fue un regalo”, terminó.